Tras incluir el Mundial de Cross Country a ultima hora, ayer llegó por fin el día del gran protagonista según los planes iniciales: El Mundial Downhilla en Leogang. Una sede que ha estado en el calendario de la Copa del Mundo desde 2010 y tiene una larga historia de grandes resultados y momentos memorables. En otras ocasiones, de hecho, el trazado había sido descrito como «demasiado cuidado».
Nada más lejos de lo que vimos como fin de fiesta ayer en el Campeonato Mundial Mountain Bike 2020. La nueva sección de «bosque encantado», mezclada con fuertes lluvias, nos regaló uno de los los campeonatos mundiales más desafiantes que jamás hayamos visto. Y eso llevó a una brutal carrera cuesta abajo que fue impredecible a veces y totalmente enojada en otras.
DESCENSO FEMENINO. ORO PARA BALANCHE (SUIZA)
Podría haber si peor, podría haber nevado…pero no llegaron los copos. Y es que, a causa de la abundancia de barro en todo el trazado, las primeras bikers de élite que bajaban de la montaña apenas podían tenerse sobre el sillín. Los bosques eran una auténtica matanza, con bicicletas y cuerpos desparramados entre las curvas, con trazadas casi imposibles de atinar por las condiciones.
Mikaya Parton de Gran Bretaña marcó las mejores condiciones en los primeros compases. La tercera ciclista en abandonar la cabaña, logró mantenerse en la pelea por la oro hasta el mismo descenso de la actual campeona del mundo, Myriam Nicole. Animada sin duda por el doblete francés en XCO del día anterior, Nicole bajó lanzada desde el principio. Ya desde fuera se la veía bajar visiblemente más rápida, aguantando las líneas más altas y manteniendo la velocidad donde las anteriores se habían deslizado y refrenado. No fue una carrera impecable porque era casi imposible tener una de esas en esta traza, pero tomó la delantera a pesar de una caída.
La siguiente gran amenaza fue la británica Tahnee Seagrave. Volviendo a las carreras después de una lesión en el tobillo, se cayó en un punto incómodo en el bosque y cayó por la pista empinada. Trepar de nuevo por la pendiente resbaladiza le costó una gran cantidad de tiempo. Cuando volvió a carrera, sus esperanzas de medallas habían volado.
La eslovena Monika Hrastnik lució bastante en el campo y se ubicó en el segundo lugar detrás de Nicole, pero aún quedaban algunos nombres importantes por venir. Uno de esos nombres, desafortunadamente, no sería el de Valentina Höll. La superestrella austriaca, que se había clasificado más rápida en su primer Campeonato Mundial de Élite, sufrió una fractura de tobillo y daño en los ligamentos durante los ensayos por la mañana y, lamentablemente, no pudo ir por el oro en la pista de su casa.
Camille Balanche echaba a correr cuando apenas quedaban cuatro corredoras en liza. Aunque llegaba como finalista del podio de la Copa del Mundo, no partía como una de las grandes favoritas. Sin embargo, la biker suiza realizó una carrera súper fluida. Cabalgando perfectamente sobre la final línea entre control y riesgo, sus parciales fueron tremendamente cercanos, pero ella aprovechó al máximo la sección final para tomar la delantera.
Tras ella partieron Marine Caribou y Tracey Hannah, quienes aún podían negar la victoria de Balanche, pero ambas cometieron errores y vieron desaparecer sus posibilidades. Así de espectacular fue la caída de Caribou en su valiente persecución del oro.
DESCENSO MASCULINO: ORO PARA WILSON (GBR)
Cuando salieron los hombres, sí que a la cima de la montaña había llegado la nieve. Aunque afortunadamente no estaba cuajando cuando los primeros riders salieron por la puerta. Desde la org. se colocaron calentadores portátiles en el área de calentamiento y en la cabaña de inicio. Tambien pudimos ver como se aplicaba bálsamo de calentamiento a las manos de los ciclistas.
Uno de los primeros en marcar buenos cronos fue el piloto de la Enduro World Series, Pedro Burns, mientras que su compañero piloto de Enduro Jack Moir también impresionó y demostró que no ha perdido mucha velocidad en la plataforma grande. No mucho después de Moir, el fantástico descenso del británico Reece Wilson marcó el crono a batir. Y a medida que cada ciclista terminó su carrera, WIlson se dio cuenta cada vez más de que había establecido una marca bastante especial.
La suya no fue quizá la historia de una precisión milimétrica y una ejecución perfecta, sino más bien de simplemente lograr permanecer en la bicicleta manteniendo el máximo de velocidad posible en el conjunto de la traza. Wilson demostró que había bajado tan rápido y tan preciso como se podía esperar ante unas condiciones que estaban causando accidentes y carnicería para los mejores ciclistas del mundo, incluidos Finn Iles, Luca Shaw, Brook MacDonald, Loris Vergier y Laurie Greenland.
A cambio, uno de los escasos ciclista que no cayó en desgracia con el monstruo de barro fue el propio David Trummer de Austria. El favorito local presionó el tiempo de Wilson, pero al final se quedó corto. Los grandes nombres siguieron llegando, pero los tiempos parciales no bajaban..
Pronto, Wilson tenía garantizada una medalla, luego también Trummer, y luego solo nos quedaba un hombre. Loic Bruni, el vigente campeón. Cierto que es un hombre que sabe cómo combinarlo todo para bordar una carrera por el Campeonato del Mundo…pero este no fue su día. Wilson fue coronado Campeón del Mundo, Trummer se llevó la plata en casa y Remi Thirion se llevó el bronce.
Elite Femenino
1. Camille Balanche (SUI) 5: 08.426
2. Myriam Nicole (FRA) +3.130
3. Monika Hrastnik (SLO) +16.966
Hombres de élite
1. Reece Wilson (GBR) 3: 51.243
2. David Trummer (AUT) +3.197
3. Remi Thirion (FRA) +5.953
